La verdad es que no sé dónde vamos a ir a parar, el tal Aíto no para de ganar y ganar, ¿qué se habrá creído?. Y encima, con un presupuesto modestísimo, teniendo cada año que volver a empezar casi desde cero al quitarle sus figuras, y sacando el máximo provecho de jugadores desahuciados en otros lares, tales como Hernández Sonseca o Moiso, en vez de dejar patente su disgusto a cada ocasión que se le presente, como hacen otros engominados colegas suyos que gozan, año tras año, de muchos más medios, aunque sus resultados sean notablemente inferiores. En fin, qué lástima que este señor no tenga categoría para el Unicaja según dicen los expertos, yo, como no sé de baloncesto nada en absoluto, suspiraba por su fichaje cuando hace dos años su nombre sonaba para entrenar al Real Madrid. Y es que al final el tiempo pone a cada uno en su sitio, y si el año pasado fue una injusticia total que el Joventut se quedase sin jugar la Liga Europea después de la campaña tan excepcional que realizó, al menos queda el consuelo de que el año que viene volverá a estar donde se merece un club tan histórico y modélico en todos los sentidos, esto es, entre los grandes de Europa. Y, por supuesto, muchísimas felicidades, Fátima y José Juan, y a seguir disfrutando.