Carta de Fluminis

Te he visto sentada tan cerca de mí, tan radiante y hermosa como siempre. Pocos metros nos separaban, mas me parecieron cientos de miles de ellos. Quería decirte lo que siento, quería decirte que te amo, pero algo pasó. Me levanté, armado de valor y determinación, pues mi único anhelo es estar contigo. Apenas di dos pasos cuando, por una extraña razón que aún desconozco, me detuve. La lengua se me trabó, mis piernas se congelaron, un nudo en el estómago surgió sin avisar… Me preguntaste qué me pasaba, por qué me había puesto de pié. No te contesté. Fui un cobarde… Soy un cobarde. Mas ahora sí sé lo que debí haber dicho y hecho:

“Tú, mi amor, no puedo más. Sabes que te quiero. Quiero que mi amor te arrope en la noche, que acune tus sueños y espante todos tus miedos. Mi corazón te pertenece, haz con él lo que quieras, mi amor. La esclavitud me parece algo denigrante, pero yo soy tu esclavo. Esclavo de tu mirada, esclavo de tu sonrisa, esclavo de tu cuerpo, esclavo de tu ser… Intenté hacer unos versos con tu nombre. Me pasé días y días buscando una palabra que igualase tu belleza. No existe tal palabra. Tu belleza es inigualable. El sol se oculta cada noche porque no es capaz de aguantar más la mirada hacia ti. La luna aparece para saber la razón del porqué el sol se va.

Quiero que seas el sol que me despierte por la mañana, y la luna que me arrope por la noche. Mi corazón no puede funcionar sin ti. Eres lo mejor que tengo, mi amor. Cuando pierdo el rumbo, lo único que tengo que hacer para volver es escuchar tu voz, esa voz que es la brújula que me señala el camino hacia un norte donde me siento bien, el norte en donde estás. A tu lado el tiempo se detiene. Los segundos se convierten en minutos, los minutos en horas, las horas en días, los días… ¡Que grandes días paso a tu lado!

Tal vez no me quieras, o tal vez sí. No lo sé. De lo que sí estoy seguro es que mi corazón siempre te pertenecerá… siempre. Cuando me miras bombea, cuando me ríes se acelera, cuando me tocas… ya nada lo detiene. Tú eres quien lo mantiene vivo. Quien lo mantiene vivo…

Mi amor está en tus manos. ¿Qué digo? Mi vida está en tus manos.”

 

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