Segundo domingo de nuestra estancia en la Isla Esmeralda, y como veréis en las fotos de hoy el título no le podría venir mejor. Tras un madrugón considerable (a las 7 am ya estábamos en el autobús), viajamos unas dos horas hacia el sur de Dublín, a una ciudad situada entre Dublín y Cork: KILKENNY.
La primera visita es a las cuevas de Dunmore. Cuando llegamos Búfalo Bill nos guía por todos los rincones de la cueva explicándonos su historia, su formación y algunas anécdotas añadidas. Lo pasamos genial.
En la cueva hay una temperatura constante de 9º, así que nos avisaron de que teníamos que llevar ropa de abrigo y zapato apropiado.
Cuando acabamos la visita, el guía nos enseña su coche:
Cuando salimos de la cueva nos dirigimos directamente a Kilkenny, ciudad medieval que destaca por su colorido, sus calles, artesanía y, sobre todo, por su castillo normando del siglo XII. Es una lástima que no conseguimos entrar, pero al menos disfrutamos de sus jardines.
Coincidimos con un homenaje militar solemne en honor a todos los soldados caídos en batalla.
Después seguimos paseando por la ciudad. El tiempo nos acompaña: hay que aprovechar bien el solecito en Irlanda.
Vamos a la Catedral de San Canice de la que destaca la altísima torre redonda, que, para desgracia de algunos, se puede visitar. Eso sí, las vistas desde arriba son astonishing (impresionantes).
A las 4 de la tarde nos volvemos a Dublín. Cena, descanso y a la final del Mundial. Congratulations Germany.