Y ya que estábamos hablando de garrafas ¿qué tal un chupito de limoncello después de cenar? Pero cuidado vaya que nos ocurra como al hombre que está en un bar. De repente da un puñetazo y dice: “Bomme unaopa y bommle a dodo el mundo una opa, borque cuando yo bebo todo el mundo bebe.”
Y así las copas se distribuyen por acá y acullá por todo el bar. Un rato más tarde, el hombre dice: “Bomme otraopa y bommle a dodo el mundo otraopa, borque uando yo bebo otraopa dodo el mundo doma odraopa.” Y así, la segunda copa se distribuye alegremente , de nuevo, por todo el bar. Poco tiempo después el hombre arroja unos euros sobre la barra y dice: “Y uando yo bago dodo el mundo baga”
El problema es: ¿Existe realmente alguien tal que si él bebe todo el mundo bebe?
“Si bebes no conduzcas”