Desde mi punto de vista sólo hay dos formas de plantearse la existencia: la materialista y la espiritual.
Dejando a un lado cuál se acerca más a la verdad, es evidente que se vive mucho mejor instalado en la segunda que en la primera, que la vida se hace mucho más soportable si uno es de los que cree que “algo hay”. Y si no, ya os daré la carga con el existencialismo y el nihilismo en literatura y donde se precie.
Pero antes de que empecéis a “comeros la cabeza” con el tema, dejo aquí la primera entrada con premio del año.
- ¿Cómo se llama el cuadro y quién es su autor?
- ¿Dónde se encuentra?
- ¿Qué significa?
El que responda a estas cuestiones tendrá un punto más en el próximo control que tenga conmigo.
PD.-No se podrán publicar comentarios hasta el viernes a las 22:00, según el reloj atómico de Berlín que se sincroniza con el de mi muñeca.