En cierta ocasión, un ladrón procedente de la ciudad griega de Tebas cometió un robo en Atenas y salió corriendo para escaparse. Avisados del robo, dos policías atenienses salieron inmediatamente en pos del delincuente, del que únicamente conocían una descripción personal y su procedencia de Tebas. Mientras le perseguían, se toparon con una taberna en cuya fachada se leía el siguiente anuncio: “Taberna de Tebas. Todos los tebanos son aquí bienvenidos”. Sorprendidos ante el cartel, ambos policías se pararon y empezaron a discutir entre ellos, sosteniendo el primer policía: “entremos y, seguramente, encontraremos allí al ladrón, porque ¿qué mejor lugar podría hallar para esconderse?”, a lo cual el segundo policía le contestó: “sin duda, es inútil que busquemos dentro, porque el ladrón se imaginará que ahí es el primer lugar en el que nosotros le buscaríamos”.
Desafío: ¿quién de los dos llevaba razón y qué ocurrió con el ladrón?.